Los guacamayos forman parte de la familia de los loros y son especialmente hermosos y coloridos.
Muchos guacamayos tienen un plumaje muy brillante. Su colorido encaja a
la perfección en las selvas tropicales de América Central y del Sur,
con sus verdes hojas y sus frutas y flores de vistosos colores. Estas
aves presumen de pico grande y robusto, que rompe con facilidad frutos
secos y semillas. Su lengua seca y escamosa tiene un hueso que las
convierte en una eficaz herramienta para golpear las frutas.
La forma de las patas de los guacamayos les permite agarrarse a las
ramas y coger, sujetar y examinar todo tipo de cosas. Estas aves lucen
con elegancia sus colas, que son muy largas.
Los guacamayos son aves inteligentes y sociales que suelen juntarse en
bandadas de entre 10 y 30 miembros. Sus graznidos y chillidos retumban a
través de la selva. Además, vocalizan para comunicarse con los demás
miembros de la bandada, marcar territorio e identificarse entre ellos.
Algunas especies incluso imitan el habla humana.
Las bandadas duermen en los árboles por la noche y por la mañana vuelan
largas distancias para conseguir frutas, frutos secos, insectos y
caracoles con los que alimentarse. Algunas especies también comen tierra
húmeda, lo que les ayuda a neutralizar las sustancias químicas de las
frutas y a relajar el estómago.
Los guacamayos se emparejan para toda la vida. No sólo se aparean
juntos, sino que también comparten la comida y se acicalan juntos. En la
época de gestación, las hembras incuban los huevos mientras el macho
sale a cazar y lleva comida al nido.
Hay 17 especies distintas de guacamayos y muchas están amenazadas.
Estos traviesos animalitos son muy apreciados como mascotas y muchos son
atrapados de forma ilegal para abastecer este mercado. Las selvas
tropicales, donde viven muchas especies, también están desapareciendo a
un ritmo alarmante.
Los guacamayos jacinto, de frente roja y de garganta azul están
amenazados. Los guacamayos glaucos y de spix probablemente ya estén
extinguidosen la naturaleza.